Para sorpresa de muchos, el elemento seductor por excelencia para un hombre no es el cuerpo de un mujer, sino su sonrisa. “No hay nada mas que seduzca a un hombre que ver a una mujer contenta”, dice la psicóloga Pilar Sordo.
“Si un hombre ve a su mujer con la cara larga y regresa de trabajar y sigue con la cara larga, lo que él nota que en su pareja hay un conflicto, porque ese hombre empieza a sentir que esa mujer no lo admira”, comentó la experta, autora de “Viva la diferencia” y “No quiero crecer”.
Sordo explica las diferencias entre hombres y mujeres las cuales han sido producto de sus ocho investigaciones que ha realizado con más de 8 mil personas durante cuatro años. Aquí seis de las diferencias entre hombres y mujeres:
- Los hombres que son más visuales y las mujeres más auditivas, pues les gusta escuchar decir cuánto las quieren o que están bonitas.
- Las mujeres están diseñadas para retener, tienen una excelente memoria emocional y son muy preguntonas e insistentes, mientras que los hombres están diseñados para soltar, para el avance, para no detenerse en ningún punto. Sin embargo, olvidan fácilmente.
En este sentido dice que las mujeres deben aprendan a soltar, y disminuir el principio de que necesitan sentirse necesarias. “A nosotras nos tienen que querer por lo que somos y no por lo que hacemos”, señala. Por eso que es importante tener proyectos personales.
Por su parte, los hombres tienen que aprender a retener y a cuidar lo que tienen. “Los hombres necesitan sentirse reconocidos o admirados. Si uno es soltador en extremo y siempre busca focos de admiración, es un hombre que no aprende a retener y siempre va a ser infiel”.
Para retener, el hombre tienen que aprender a hablar. “Las mujeres hablamos alrededor de 17 mil palabras diarias y los hombres hablan 10 mil, pero las gasta antes de llegar a casa”, explica. El 95% de la producción verbal de los hombres se invierte en el trabajo, el 3% con los amigos, y el 2% con la familia.
“El hombre debe invertir 3 mil palabras por lo menos para hablar con los que ama, si no va a empezar a perder los afectos porque el gran mantenedor de los vínculos afectivos es la comunicación, si no se produce es el camino perfecto para desenamorarse de ese hombre”.
- Las mujeres funcionamos en base a procesos o detalles y los hombres en base a objetivos o metas. Los hombres disfrutan con las llegadas de las cosas y las mujeres con los trayectos. “Las mujeres valoramos más el antes y después de la relación sexual y el hombre el durante”, señaló.
- Las mujeres necesitamos hablar para resolver nuestros conflictos, porque el gasto de hablar es sanador. Los hombres, como tienen que obtener admiración sobre todo un hombre que no ha aprendido a retener, tienen que contar el conflicto resuelto.
- Las mujeres está llamada a concentrarnos en muchas cosas al mismo tiempo, pero también somos imprecisas y nos cuesta terminar lo que empezamos. Los hombres son monofocales, eso les facilita el pensamiento y objetivos y facilita terminar lo que empiezan.
- La mujer es hiper extra externalista. Coloca todo afuera de ella y es feliz en la medida que la gente que quiere está bien con ella. Este hombre que necesita sentirse reconocido y admirado es hiper internalista, coloca todo dentro de él y dice que es feliz porque esta cumpliendo los objetivos propuestos.
“Lo que las mujeres tenemos que hacer es aprender a internalizar la felicidad y los hombres a externalizarla”, aseveró Sordo.
Para concluir, como mujer tengo que aprender a pensar en objetivos, a ser mas clara en lo que digo, a separar la cosas e incluso a quedarme callada. Y los hombres tendrán que aprender de mí a valorar los detalles, a decir lo que sienten y entender la intuición como un elemento de información adicional.
Sordo explica las diferencias entre hombres y mujeres las cuales han sido producto de sus ocho investigaciones que ha realizado con más de 8 mil personas durante cuatro años. Aquí seis de las diferencias entre hombres y mujeres:
- Los hombres que son más visuales y las mujeres más auditivas, pues les gusta escuchar decir cuánto las quieren o que están bonitas.
- Las mujeres están diseñadas para retener, tienen una excelente memoria emocional y son muy preguntonas e insistentes, mientras que los hombres están diseñados para soltar, para el avance, para no detenerse en ningún punto. Sin embargo, olvidan fácilmente.
En este sentido dice que las mujeres deben aprendan a soltar, y disminuir el principio de que necesitan sentirse necesarias. “A nosotras nos tienen que querer por lo que somos y no por lo que hacemos”, señala. Por eso que es importante tener proyectos personales.
Por su parte, los hombres tienen que aprender a retener y a cuidar lo que tienen. “Los hombres necesitan sentirse reconocidos o admirados. Si uno es soltador en extremo y siempre busca focos de admiración, es un hombre que no aprende a retener y siempre va a ser infiel”.
Para retener, el hombre tienen que aprender a hablar. “Las mujeres hablamos alrededor de 17 mil palabras diarias y los hombres hablan 10 mil, pero las gasta antes de llegar a casa”, explica. El 95% de la producción verbal de los hombres se invierte en el trabajo, el 3% con los amigos, y el 2% con la familia.
“El hombre debe invertir 3 mil palabras por lo menos para hablar con los que ama, si no va a empezar a perder los afectos porque el gran mantenedor de los vínculos afectivos es la comunicación, si no se produce es el camino perfecto para desenamorarse de ese hombre”.
- Las mujeres funcionamos en base a procesos o detalles y los hombres en base a objetivos o metas. Los hombres disfrutan con las llegadas de las cosas y las mujeres con los trayectos. “Las mujeres valoramos más el antes y después de la relación sexual y el hombre el durante”, señaló.
- Las mujeres necesitamos hablar para resolver nuestros conflictos, porque el gasto de hablar es sanador. Los hombres, como tienen que obtener admiración sobre todo un hombre que no ha aprendido a retener, tienen que contar el conflicto resuelto.
- Las mujeres está llamada a concentrarnos en muchas cosas al mismo tiempo, pero también somos imprecisas y nos cuesta terminar lo que empezamos. Los hombres son monofocales, eso les facilita el pensamiento y objetivos y facilita terminar lo que empiezan.
- La mujer es hiper extra externalista. Coloca todo afuera de ella y es feliz en la medida que la gente que quiere está bien con ella. Este hombre que necesita sentirse reconocido y admirado es hiper internalista, coloca todo dentro de él y dice que es feliz porque esta cumpliendo los objetivos propuestos.
“Lo que las mujeres tenemos que hacer es aprender a internalizar la felicidad y los hombres a externalizarla”, aseveró Sordo.
Para concluir, como mujer tengo que aprender a pensar en objetivos, a ser mas clara en lo que digo, a separar la cosas e incluso a quedarme callada. Y los hombres tendrán que aprender de mí a valorar los detalles, a decir lo que sienten y entender la intuición como un elemento de información adicional.